La mayoría de las toallitas desechables no son biodegradables, especialmente las que contienen fibras sintéticas como el poliéster. Muchas toallitas están fabricadas con una mezcla de materiales naturales y sintéticos, lo que las hace resistentes a la descomposición en el medio ambiente. Incluso las toallitas etiquetadas como "desechables" o "biodegradables" contienen a menudo componentes sintéticos que dificultan su completa descomposición.
Sin embargo, existen en el mercado algunas toallitas diseñadas explícitamente para ser biodegradables, normalmente fabricadas con fibras 100% naturales como el algodón o el bambú. Estas toallitas tienen más probabilidades de descomponerse rápidamente en las condiciones ambientales adecuadas, como en las instalaciones industriales de compostaje, pero aún pueden tardar mucho tiempo en descomponerse en un vertedero o en un entorno natural.
A la hora de considerar el impacto medioambiental, es importante buscar certificaciones o afirmaciones específicas sobre biodegradabilidad y desechar las toallitas de forma responsable, preferiblemente en la basura, a menos que estén específicamente etiquetadas para el compostaje.